¿El Cordero de Dios cantado?

En la medida de lo posible, ya que es una aclamación y por lo tanto debería ser cantada. En comunidades más modestas y sin recursos musicales se puede recitar guiados por el celebrante sacerdote. Se debe omitir las introducciones musicales que extiendan innecesariamente el momento litúrgico. No puede ser reemplazado, ni tampoco utilizar otra canción como introducción al momento. Tiene sentido por sí mismo y no necesita preámbulos musicales. Los llamados “cantitos para el saludo de paz” no son aconsejables, porque terminan facilitando la dispersión de la Asamblea que se confía en el “cantito” y se desordena para saludar más allá de lo permitido por el gesto litúrgico indicado para este momento. Muchas veces mientras ya se inició la aclamación del Agnus Dei, todavía hay feligreses que siguen dando el saludo de paz, motivados por el cantito anterior al Cordero. Es de suma recomendación que se evite esta distracción y dispersión.-