Absolutamente, se podría decir que es obligatoria su entonación por tratarse de un himno de aclamación que debe resonar en las voces de los participantes de la celebración. Los ángeles mismos, se suman a esta alabanza eterna al Tres Veces Santo. Debe ser vibrante, festivo, pleno de participación y alegría por reconocer el señorío y la majestuosidad del Dios vivo y eterno. Toda la Asamblea debe aclamar en esta alabanza, por eso su estructura musical debe permitir que todos participen, y el coro o ministerio debe embellecerlo con sus voces e instrumentos, sin quitar el privilegio que sea la Asamblea de los fieles quien primero entienda que es una aclamación.-